Los encuentros y festejos de fin de año suelen tener un gran inconveniente: dejan algunos kilos de más o la sensación de haber subido de peso cuando en realidad lo que se sufre es hinchazón y estreñimiento debido al atracón de comida y de bebidas alcohólicas. Pero sea cual fuese la situación, después de las fiestas y antes de partir de vacaciones todo el mundo quiere bajar de peso o al menos deshincharse. Y es altamente probable que vos no seas la excepción.
La tarea no te resultará tan difícil si sos una persona disciplinada y ponés atención en lo que comés. Tené presente que cuidar la alimentación o hacer algo de actividad física no tienen por qué requerir gran sacrificio o resultarte desagradables. Si sos hombre, para motivarte pensá que quedarás mucho más afín al canon de belleza actual cuando se te aplane la panza. Si sos mujer, por lo mismo, te sentirás mucho más atractiva cuando recuperés tus curvas.
Evitá el pan
Si ganaste uno o dos kilos durante las fiestas no será necesario ceñirte a una dieta estricta. Bastará con que llevés una alimentación equilibrada, variada y baja en grasas. Lo mejor es consultar a un médico nutricionista para que realice una evaluación del estado general de tu salud y, de paso, te indique un plan alimentario. Si te sentís capaz de perder el sobrepeso sin ayuda profesional, durante el verano desayuná y merendá con frutas y yoghurt, y comé tres porciones de verduras por día para acompañar pechugas de pollo sin piel, cualquier tipo de pescado o carne roja magra, tres veces a la semana. Incorporá cereales, arroz integral y suprimí las harinas. El menú debe ser reducido en grasa, sin frituras ni dulces. No suprimás ninguna de las cuatro comidas porque al final del día tendrás más apetito y terminarás en un atracón similar al que cometiste durante las celebraciones. ¡Te sentirás mal y abandonarás tu objetivo que es perder peso y desintoxicarte! Para evitar tentaciones podés incluir dos colaciones: un yoghurt descremado a media mañana y una manzana a media tarde.
Ni jugos ni gaseosas
Además, reemplazá los jugos artificiales endulzados y las gaseosas por agua pura. Esta sana costumbre desintoxica el organismo, hidrata la piel y ayuda a bajar de peso. Acordate que en el reciente Congreso Latinoamericano de Nutrición celebrado en Cuba generó preocupación el hecho de que los argentinos tomen poca agua.
Aprovechá el verano para recuperar el hábito saludable de colocar la jarra de agua en el centro de la mesa, y tratá de tomar al menos dos litros y medio por día.
Acostumbrate a caminar
Todas las personas -sin distinción de edad- deben realizar actividad física en forma regular y de acuerdo con las posibilidades individuales. Si no disponés de tiempo o de medios para ir a un gimnasio, juntate con amigos para hacer ejercicios en tu casa o en alguna plaza cercana, una hora por día.
Diez minutos de abdominales mientras mirás tu programa favorito de televisión o un corto paseo al final de la jornada son otras de las muchas opciones que podés integrar a tu vida diaria.
No usés el ascensor
Aunque estés tentado por subir en ascensor, no lo hagás. Utilizá las escaleras porque es un excelente ejercicio para tonificar glúteos y caderas. Tratá de caminar cuando vayás al trabajo: bajate del ómnibus unas cuadras antes de lo habitual. A la salida caminá varias cuadras antes de subirte al transporte público. De esta manera practicarás un tonificante ejercicio cardiovascular sin necesidad de dedicarle un tiempo extra que a menudo no se tiene. Esta rutina te servirá para bajar los kilos que aumentaste durante las fiestas y también para mantenerte en forma.